Sólo una pitada necesita.
Y así comienza a arrancar
en esta templada mañana
un quizás improbable un día.
Y antes de salir de su monoambiente a estrenar,
se sienta sobre su cama de dos plazas.
Ve el reflejo amorfo de su cara
a través de la pantalla de la caja boba.
Ambidiestra ella, alza su primer bocanada
desde el minuto cero de la mañana.
La figura reflejada se enrarece aún más.
Tirado el cigarrillo, comerse el mundo a desear.
A despejarse con lo imprevisible.
Ahora, sí. Ya.
24/10/2017
C'est la Vie!
El ChejoViano
El ChejoViano
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