Detesta ese inquietante juego
que inicia ella con él sobre la barra del pub.
El sonido de la música es estridente,
pero acompaña a este casual hecho.
Sólo se guían por la lectura de sus labios,
pero más hablando hacia sus orejas.
En un momento, él solo ve su boca.
Y ella mira a un costado deletreando
en voz baja el menú de sedientos tragos.
Se acerca. Pero ella agacha su cabeza.
Se queda pegado a su perfumado cabello
color almendra.
Sólo es un casual beso.
Y pasan minutos eternos.
El entusiasmo se diluye en el humo del tabaco.
Y cada uno se separa de ese hartazgo.
A la mierda tanta espera.
Tragos, bienvenidos sean.
29/09/2017
C'est la Vie!
El ChejoViano
El ChejoViano