jueves, 10 de noviembre de 2022

Alpes o La Sistematización del Problema o Utópico o Título/Contenido #5


Él no puede entender
sin tratar de resquebrajar una lágrima
la naturaleza de su soltería
que inunda en sus manos
y que ensombrece su lozanía.

Es lejana esa conquista como cima
en donde rara vez no se es imposible ceder
ante una mirada y una sonrisa,
proyección que se concreta
sin un mero descanso.
Después de esa aventura,
un sueño lúcido encandila los ojos.

Un indescifrable impedimento
lo trastabilla cada vez que su mejilla
roza con esa alma que respira ilusión
y la hace ascender a esa tan preciada meta
que ansia mucho tiempo
sin caer en la locura,
pero sí en bajar su cabeza.

Su corazón presiente un debut no soso
destinado a una emocionante pasión,
aunque siempre se interroga
los “pero” de cada momento de su vida
porque cada vez que algo alegre acaece,
un tétrico brote lo hace tropezar
y cae dentro de un infortunado estero.

Cree que nadie lo destrona
por la falta de su optimismo.
Es consiente de su destreza
en practicar una ilusión que no conspira
su débil integridad de poder amar.

Todos los días sus labios mecen
afín de ser acariciados y perdidos
en una zona desconcertante.
Sus ojos miran la nada
como una verdadera ceguera.
Su corazón suspira en el sismo.

Antes de partir hacia aquella contingencia
evitará ser rotulada de amante,
ya que teme ser castigado por semejante atisbo.
El único equipo de supervivencia
que lleva está inmerso en su corazón,
y es el candente amor.

Escala y supera ese frío
que pronto se convierte en una brisa
llevando en el aire el nombre de su promesa.
Más allá del fuego que abrasa su corazón,
su piel tirita, pero cuando piensa en ella,
los escalofríos se hacen trizas.

La cumbre como un personal estilo
le ha parecido lejano,
como una carretera embebida de neblina densa.
De hecho, eso es lo ve.
Hace un esfuerzo y piensa en la idea
de verla y abrazarla.

Sus manos llegan la cúspide
y en los alrededores todo es manso,
hasta su cansancio se desvanece.
La ve y se abrevia esa quimera
en esa tan esperado encuentro.
Bienaventurado sea
aquel que se entregue a los brazos.

19/05/2009

C'est la Vie!
El ChejoViano

El Péndulo o El Paciente Esquivo o La Indescifrable Dificultad o Título/Contenido #4


Ambos se miran, pero no se atreven a acercarse
por más que uno de sus amigos
lo empujen a encontrarse.
Las dos vagas mentes se embelesan,
aunque no es de fiar sus misteriosos estilos.

Ella pasa su delgada mano sobre la garganta
en un constante acto de delicadeza,
mientras que él sonríe
en presencia de una fortuita presencia.

Él siente un brusco empujón
que no incita ni espanta.
Su corazón se comprime
porque dista a pocos centímetros de ella.
Se emociona, pero no pierde su porte
de un modesto señor.

Ella, cabizbaja le muestra una sonrisa
por lo que él se inclina
para contemplar su incógnita.
Mechón no posee para velarse,
con lo que se acrecienta su atisbo.
Su respuesta le importa.

Ella percibe la mirada.
¿Él denuncia vergüenza o desastre?
Su mentón siente que se eleva
Y su perenne mirada trae consigo
un regocijo en sus hombros.

Su índice levanta el rostro
y entrambos se gustan,
al contrario claramente de enamorarse.
En forma sincronizada,
se toman de la mano y escapan.

Durante la fuga, su libido se esparce,
dejando las infrecuentes huellas
de una pasión innata.
Se refugian en un solitario recoveco,
en donde él compensa
su gratitud y su ímpetu inmenso.
Pero ella lo evade.

Más que ardid, un infantil retazo.
Simula ser difícil para entregarse.
Él trata de besarla, pero ella lo prescinde
como un corroído cabo.
Se dibujan apreciando el juego
para endulzar su inocencia.

Apenas se ven, pero sienten su soltura.
Ninguno quiere despegarse,
ni tampoco olvidar su aliento.
Ambos se besan y se abrazan.
Los besos son momentáneos,
cortos, pero que dejan desear.

Se sienten mal,
debido a que la fiesta apaga sus velas.
Un encuentro se ha cumplido.
Se envuelven entre brazos.
Ella se queda en el pasillo meditando.
Él atraviesa la majestuosa puerta de caoba.
Ni una palabra han mediado.
Sus nombres se escaparon
y sus templados corazones han revoloteado.
¿Te veré ahora?


28/04/2009

C'est la Vie!
El ChejoViano

Tercer Intento de A(poesía) o Amanda Catódica o Título/Contenido #3

La pantalla refleja su dulce rostro
que permanece mutis
frente afuera de su irrealidad,
en donde se concreta la extraña ilusión
de tener bajo el brazo todo.

En un mundo atravesado por coloridos haces,
los personajes ostentan su aire de celebridad,
menos Amanda quien paga el costo
de no ser amada como un suave suspiro.

Aquellos personajes son malogrados capaces
de ser fríos y crueles con Amanda,
tratada como una joven nefasta
de pura fama e ilusión incurable.

Mientras el brillo se pierde en la fanfarronería,
Amanda apoya su delicado pómulo
sobre el gris visor enredada
en un anhelo incomparable
al lujo anodino.

Las noches en que la televisión es encendida,
puntos fosforescentes recubren su mirada,
imprecisa y delicada a la vez,
que contempla un utópico destino
de amor y caricias.

Miradas espectadoras culpables de sentirse vivas
y abrazadas por la brisa nocturna,
donde el susurro al viento
es una apacible aposento.

No hay perspectivas en su universo,
ya que sólo es una alejada superficie,
por la que deambula
silenciosamente, a contramano de la gente
carente de compasión.

Cuando las luces dicen hasta luego,
Amanda pierde su apagado color
para volverse nuevamente mustia
y es barrida por la cruda señal
amen de abatirla aún más.

Pero Amanda se libra de ella,
vuela como una joven gaviota
libre del apesadumbrado dolor
para recostar su afligida angustia
sobre la máscara de sombras
y soñar despierta
con sus ojos celestes mirando a la nada
para salir de ese soso mundo
y ser realmente amada.


12/02/2009

C'est la Vie!
El ChejoViano

Segundo Intento de A(poesía) o El Avistaje o Título/Contenido #2


Si tan sólo me miraras,
todo sería más fácil.
Aún en mi vida rutinaria.

Te contemplo desde siempre
como un héroe hábil
sólo cuando sueño,
porque cuando te veo
temo desdibujarme.

No quiero decirte que me gustas
pero sí mi inexperta alma,
la cual en ello no tiene drama.

Temo no poder verla
cuando desaparezca en la espesa niebla.
Perdería el rumbo de todo,
como un ave solitaria.

Disparen bengalas hacia el oscuro cielo
cuando me atreva un día
a decirle lo que siento
cuando me mire como una dulcinea.

Las pocas veces que la veo
se transforman en una tarde lánguida,
porque me soslayo sobre mi alma
y es feliz mi vida.

Su dulce mirada me emociona
como una flor en la madrugada
estacionada en mi corazón.
Ella me destrona
de mi inseguro amor
que tengo por ella.

Sonrían cuando diga
que me ama como a un sol,
porque ese será un día
para no olvidar.

Hubiera deseado no ser un logrado retraído.
Sería capaz de ir más allá,
y no en el intento ser herido
por un no correspondido.

Pero ella saca de mí lo introvertido
para que sea otro
y pueda abrirme a mis sentimientos.

Pensar que su mirada hace todo eso.
Y yo trato de verla,
pero por medio de mi corazón.

18/12/2008

C'est la Vie!
El ChejoViano