La camilla y ella.
Mira el techo puramente blanco.
Adormecida, mira ese cielo improvisado
y el suero hace sus vagos estragos.
Aguardan con sigilo las estrellas.
Mira el techo puramente blanco.
Adormecida, mira ese cielo improvisado
y el suero hace sus vagos estragos.
Aguardan con sigilo las estrellas.
La garganta a más no poder.
Ahí está. Hermosa, pero pobre.
Apenas esboza una rica mueca
que no es sino sus labios mordiendo
a su fantasía dibujada en el techo.
Cierra sus ojos y más palpa ese sueño.
Ahí está. El suero y sus efectos.
Como bajar esa ilusión anhela.
Falta poco para sentirse más plena.
18/11/2017
C'est la Vie!
El ChejoViano
El ChejoViano
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