sobre su delgado cuello
que no es sino el delicado brazo
de la chica que acaba de conocer.
Sobre la empedrada calle del centro
apenas se dificultan sus tranquilos pasos.
Colgada a su cuello tostado,
se siente segura y cómoda.
Pero también media apagada.
Quizás porque la tarde se va.
Susurros sobre su oído acrecientan su llama.
Leves palabras que desconocemos.
Pero ellos se cagan de risa con torpeza.
Ambos llegan a pensar con pura coincidencia
que esta tarde no tendría que acabar para nada.
24/09/2017
C'est la Vie!
El ChejoViano
El ChejoViano
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