tan lentas como ahora mismo.
Quizás los diminutos engranajes
están oxidados con el viejo tiempo.
O quizás sea la imaginación del niño.
Sólo quiere que esas agujas avancen.
Sobre la nueva hoja de actividades,
dibuja torpemente su excitante escape.
Juguetes, dibujos animados y tablet.
Trazos finos que definen su ocio expectante.
Se le hace un leve nudo en la garganta
de tanto pensar en lo que va a hacer en su casa.
Luego, empiezan los mareos y las náuseas
de cada mediodía por ese ocio intensivo.
Observa las agujas.
Y ya es la hora.
A la mierda todo.
A la mierda todo.
Al baño con la angustia.
Pero con una mueca similar a una sonrisa.
Pero con una mueca similar a una sonrisa.
17/09/2017
C'est la Vie!
El ChejoViano
El ChejoViano
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